¿Has oído hablar del emocracy?

4 March 2019

La ciencia económica asume que predecir sin margen de error el comportamiento humano es muy complicado. Por eso sus teorías fallan tan habitualmente. Se observan las tendencias, eso sí; y si el momento presente destaca por algo, es por el predominio absoluto de la emoción. Tanto es así, que ya comienza a hablarse de emocracy (algo así como “emocracia”, resultado de la fusión entre emoción y democracia). Y en una economía de consumo como es la nuestra, esta nueva primacía de la emoción está afectando decisivamente sobre las marcas y sus estrategias de marketing. ¿Quieres saber más? Presta mucha atención a lo que te contamos a continuación.

Emocracy: el reinado de las emociones

El poder de la emoción ha ido en constante aumento en los últimos años, hasta el punto de que su peso ha terminado por aplastar a las decisiones racionales, más pausadas y reflexionadas que aquellas que se derivan de los sentimientos exaltados. ¿Cómo entender el fuerte ascenso de los populismos en el mundo si no es asumiendo que las emociones se han impuesto sobre la razón?

En consecuencia, hoy en día parece que los ciudadanos, al dejarse llevar más por el aspecto emocional que por el racional, van a responder principalmente a aquellos mensajes que estén codificados para ser captados al nivel de la emoción. Eso es lo que en la actualidad obtiene los mejores resultados; por eso, todo lo que te hemos comentado no tiene solo implicaciones en la política: también las tiene para las empresas.

Consumidores emocionales, ¿cómo afecta esto a las marcas?

Los ciudadanos han cambiado. Y dicho cambio se nota también en su rol como consumidores. En ese sentido, cada vez buscan más el vínculo emocional con las marcas. No se trata solo de que la relación vaya a ser ahora más sólida e intensa con ellas, sino que además las personas tomarán sus decisiones partiendo de esa base. Pero la pregunta que te estarás haciendo ahora es: ¿Qué deben hacer las empresas para conseguir un impacto emocional en los consumidores de hoy?

Darte una respuesta clara no es nada fácil, pues comprender qué es lo que los consumidores buscan es hoy más complicado que nunca. Los modelos de publicidad y marketing tradicionales ya no funcionan, pues se ha roto el esquema que afirmaba que el rol de la empresa en este punto consistía en captar la atención, interesar al consumidor, y de este modo empujarlo hacia el consumo. Ahora las compañías deben asumir que tienen que ser mucho más flexibles si lo que buscan es seducir al consumidor: sus mensajes han de ser permanentemente actualizados y adaptados al mercado. Todo fluye mucho más rápido, y desde las experiencias de compra hasta el mismo packaging debe ser adaptado a esta nueva realidad.

La emocracy llega para quedarse: ¿estás preparado para satisfacer las nuevas demandas fundamentadas en la emoción?

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